Chitika

viernes, 20 de septiembre de 2013

Comunidades rurales de Guerrero, aisladas, sin ayuda y con hambre


La situación crítica de las colonias populares de Acapulco golpeadas por la tormenta tropical “Manuel”, es todavía más angustiante fuera de la zona urbana de este destino turístico.

Conforme pasan las horas, se conocen más y más comunidades afectadas en el propio municipio de Acapulco, pero también de pueblos y zonas ajenas al turismo que carecen de agua, víveres y hasta de caminos para salir de la devastación.

Eso pasa en las regiones conocidas como La Montaña, Costa Grande, Costa Chica y Tierra Caliente, las cuales cuentan con pequeñas comunidades que siguen aisladas a cuatro días del desastre.

En estos lugares, para solicitar algún tipo de ayuda, los afectados suben a los techos de sus casas o a los puntos más altos de la comunidad y agitan sus brazos cuando oyen los sobrevuelos de los helicópteros para pedir auxilio.

Sin embargo, el mal tiempo y la desaparición de una aeronave en medio de la crisis entorpecieron las labores de rescate particularmente en el municipio de Atoyac de Álvarez en el que se registraron decenas de deslaves, incluyendo el ocurrido en la comunidad de La Pintada, donde un alud de tierra ha dejado hasta el momento un saldo de dos personas muertas y 68 personas más desaparecidas.

A unos minutos de Atoyac,  elementos del Grupo Relámpago pertenecientes al gobierno del Estado de México encontraron otro deslave que sepultó por completo cuatro casas en el poblado de Las Fundadoras que pertenece a la comunidad de El Paraíso, con saldo de una persona muerta y una más desaparecida.

Además, se tuvo que rescatar a una mujer de la tercera edad identificada solamente como Tomasa, misma que se fracturó ambas piernas derivado del alud.

La mujer de más de 65 años fue extraída con ayuda de una grúa de la zona afectada, ya que el aterrizaje de la aeronave  fue imposible por las condiciones climatológicas que imperan en Atoyac.

El médico del grupo Relámpago, Víctor Figueroa, explicó que en ese lugar hay 50 personas afectadas que hasta el día de ayer estuvieron incomunicadas y sin ningún tipo de ayuda.

Los integrantes de este escuadrón

de rescate aéreo del gobierno mexiquense también llegaron hasta la comunidad de Las Joyas que se encuentra a casi una hora de Acapulco y cuyos habitantes simplemente no saben si pertenecen a este municipio o al de Tepetlixpa, confusión que existe entre las propias autoridades locales.

En ese lugar más de 300 familias sobrevivieron a base de tortillas y agua durante cuatro días, hasta que el día de ayer recibieron las primeras despensas y botellas de agua, justo cuando habían agotado todas sus reservas de líquido para beber.

El hallazgo de esta comunidad fue posible gracias a que los propios habitantes oyeron el ruido de los helicópteros y con todo tipo de señales solicitaron el auxilio del grupo Relámpago, explicó el piloto José Narno Rivera.

En esta comunidad no hubo pérdidas humanas, pero las materiales son cuantiosas, además de que perdieron todos sus cultivos en un poblado que prácticamente se dedica a la subsistencia, por lo que personas como Enriqueta Muñoz se enfrentarán a la incertidumbre de que van a comer de manera permanente hasta que vuelvan a cosechar maíz.

Con las autoridades claramente rebasadas por la emergencia, ya hay organizaciones sociales como el voluntariado de la Universidad Noyola que pertenece a la misma red de beneficiencia que la Universidad Iberoamericana, cuyos estudiantes y maestros recolectan víveres y ropa casa por casa para entregar apoyos de manera directa en las comunidades.

Ante la falta de apoyo gubernamental, el director de una escuela primaria en el poblado de Aguascalientes, Rey Rueda Padilla, prefirió buscar a los voluntarios, destacando que alrededor de mil 500 personas están pasando hambre “ya que la ayuda no está llegando a los más necesitados”.

La comunidad de Aguascalientes se encuentra a una hora de Acapulco y estuvo aislada por tres días.

La mayoría de sus habitantes perdieron todo ante la fuerza del Río Papagayo que también arraso con la escuela dependiente de la SEP.

Los maestros dejaron de lado sus diferencias por apoyar a diferentes sindicatos y ahora están enfocados en ayudar a sus alumnos que en condiciones normales son de escasos recursos y que ahora deberán sobrevivir sin casa ni el patrimonio de sus padres antes de regresar a clases.

En la comunidad de Los Humedales, también hubo casas caídas, pero a Elizabeth Sánchez que estaba de visita lo que más le urgía era salir de ahí para conseguir leche para su sobrina Yaret de dos años de edad, misma que sólo comió caldo de frijol y sopa durante cuatro días seguidos.

Comunidad tras comunidad, el número de víctimas y afectados crece, mientras la ayuda sigue llegando por goteo primero al puerto de Acapulco y después a todos los municipios que sin estar cerca de este destino turístico, siempre dependieron de su pujanza económica.

Y ahora más que nunca añoran la recuperación parcial del puerto para que la ayuda pueda fluir hacia otros puntos de Guerrero, sumergidos por las aguas de hace unos días y la pobreza de toda la vida.

Fuente: Noticias MVS  http://www.noticiasmvs.com/

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