Para concluir, decir que mientras los aztecas llevaban adelante su política expansionista, otros pueblos hacían lo mismo al otro lado del Atlántico. Las expediciones que partían de España habían llegado ya al Caribe y allí oyeron rumores de que en el continente existía una gran civilización llena de tesoros. El gran portavoz, Moctezuma, se sintió abrumado cuando oyó hablar de aquellos extranjeros. Se habían producido muchos malos presagios que anunciaban el fin del quinto mundo y el retorno del dios Quetzalcóatl. Moctezuma se preguntaba si Hernán Cortés, el jefe de los españoles, no sería el dios en persona.
-La conquista española: Hernán Cortés desembarcó en la costa con unos 350 hombres y 15 caballos, animales que los aztecas nunca habían visto. Era el Viernes Santo de 1519 y también el aniversario del nacimiento de Quetzalcóatl. Moctezuma pronto cayó en la cuenta de que Hernán Cortés no era un dios, pero el pueblo estaba todavía lleno de temor. Pero, por fin, los dos jefes se entrevistaron y casi se hicieron amigos.
- Hundimiento y destrucción: Mientras Hernán Cortés estaba fuera de la ciudad, ésta se sublevó porque Alvarado, que se había quedado al mando, ordenó ejecutar a muchos nobles y sacerdotes. A su regreso, Cortés no pudo contener la rebelión. Sus tropas tuvieron que retirarse y muchos soldados perecieron ahogados. Pero los aztecas tenían la guerra perdida. Los españoles regresaron para destruir Tenochtitlán casa por casa. El Gran Templo fue incendiado e hicieron pedazos las imágenes de los dioses. Entre los aztecas se extendió rápidamente la viruela.
-Consecuencias: En 30 años, la población bajó de doce millones a un millón. Tenochtitlán fue arrasada. Sobre las ruinas del Gran Templo se erigió la nueva catedral. Los españoles convirtieron al cristianismo a la población y, poco a poco, se extinguió la antigua cultura con sus sacrificios humanos. La moderna ciudad de México ocupa el mismo emplazamiento de Tenochtitlán.
Fuente: Blog.ua.es http://blogs.ua.es/mundoazteca/
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